Salvador Hedilla en Mallorca

Salvado Hedilla

Los inicios de la aviación van pasando y el amargo sabor de boca de nuestros antepasados ante el vuelo de Mamet, tiene la esperanza de poder presenciar un nuevo vuelo el año 1916.
 La primera nota que tenemos referencia es del 18 de abril, en la que en la prensa se anuncia la celebración en Palma de la Semana de Aviación.
 Se informa al público mallorquín, que Don José Malondra, representante en Palma, de la Casa Pujol y Comabella, anuncia la venia del piloto de moda de aquel año, que no era otro que Salvador Hedilla. Nacido en 1882 en Castillo Siete Villas (Santander) y muerto en Barcelona en accidente de aviación en 1917.
 La venida a Palma de este excepcional piloto era para inspeccionar los terrenos del Velódromo de Tirador, que pertenecían a la Sociedad Veloz Sport Balear, presidida por Don Sebastián Seguí.
 Llega pues Hedilla a Palma el día 19 de abril a bordo del correo Rey Jaime I. Venía acompañado de Don Gabriel Mas y Guasp, representante de la casa catalana de construcción de aeroplanos.
 Visitaros las instalaciones del Velódromo de Tirado, y Salvador Hedilla, no lo considero oportuno para la celebración de los vuelos, ya que era de escasas dimensiones, y las pedaltes de la pista, impedían que se pudiera despegar y aterrizar debidamente.
 Por tal motivo visitaron el campo de futboll del Alfonso XIII, que estaba justo al principio de la calle General Riera, al lado de las dependencias de la Guardia Civil. El presidente del Club Don Antonio Moner, dio toda clase de facilidades para el vuelo, el cual se realizaría después de la disputa de un partido entre dos Teams de la isla.
 De esta manera y en vista de las buenas condiciones que reúne el campo de Alfonso XIII F.C. se ha convenido celebrar tres días de aviación, señalándose el próximo domingo de pascua y el lunes y martes de la semana entrante, a las cuatro de la tarde. Si bien se acordó también realizar ciertas modificaciones al campo de juego, que fueron derribar la valla de la derecha del campo y los bordes, quedando toda la pista a disposición del aviador, situándose el público en la parte izquierda, habiéndose respetado los palcos y dispuestos sitio adecuado para sillas quedando todavía un buen espacio para la entrada general. También en la parte sur del campo fue derribada la pared que lo circunda en una extensión de unos 25 m para hacer más fácil el aterrizaje del monoplano.
 Los vuelos que iba a realizar Hedilla en Palma, serian con un monoplano de su fabricación, lo que en aquella época se llamaba sistema Hedilla, el cual disponía de un motor de 150 H.P.
 Para presenciar los sensacionales vuelos que Hedilla había prometido, entre el más famoso conocido por el vuelo de la campana, y que tanta celeridad dio al notable aviador francés Peugeot, se acordaron los siguientes precios: palco sin entrada 15 pesetas; asiento de silla con entrada 1,75 pesetas y entrada general 1 peseta.
 Veamos como describe el periodista al aviador Santanderino.
 “Es Salvador Hedilla un hombre alto, rubio, en cuya cabeza el tiempo ha empezado ya a actuar de segador, con bigote rubio claro y ojos azules de mirar tranquilo y reposado, como de quien está acostumbrado a ver lo que no vemos aun la generalidad de los demás hombres. Sus manos demuestran que lejos de ser un aviador de salón y de escaparate es hombre que gusta cerciorarse de la bondad del funcionamiento de los aparatos en los que arriesga su vida.”
Llega nuevamente a Palma Hedilla el sábado 22 de Abril ya con su aparato que fue embarcado en el Rey Jaime I. Toda Palma estaba llena de carteles anunciando el acontecimiento para el Domingo 23.
 Nuevamente la Capital Balear, se vio inundada de visitante foráneos, que vinieron de todos los pueblos, en tren y en otros medios de transporte, por lo que el Domingo 23, era todo un bullicio de gente las calles de nuestra ciudad.
 Poco antes de las cuatro el campo del Alfonso XIII estaba a rebosar, pero mejor veamos como el periodista presencial de aquel espectáculo nos los describe.
 “Lunes 24 de abril de 1916. La aviación en Palma. Vuelos por el aviador Hedilla. El público de Palma mostró en la tarde de ayer su entusiasmo por la aviación, acudiendo en tropel al campo de sport del Alfonso XIII F.B.C. Desde mucho antes de las cuatro fue poblándose el vasto campo del Alfonso XIII, así como también los alrededores, azoteas, tejados, ventanas y balcones de todas las casas vecinas.
 A las cuatro en punto dio comenzó la fiesta, con un partido de Fot-ball. El partido resultó muy interesante dado lo equilibrado de las fuerzas de ambos teams. Partido que termino cero a cero
 Inmediatamente los mecánicos del intrépido aviador señor Hedilla dieron comienzo a las maniobras preparatorias para poner el monoplano en condiciones de emprender el vuelo.
 En el público se produjo un movimiento general de que demostraba una impaciencia natural para presenciar el vuelo del señor Hedilla.
 Una vez todo en disposición, el aviador tomó asiento en el aparato y uno de sus acompañantes, el piloto aviador señor Coterillo, dio vueltas a la hélice y el motor funcionó rápido y produciendo un ruido infernal.
 A una señal del señor Hedilla soltaron la gran cola del enorme pajarraco que tenían sujeta varias personas, y el monoplano se deslizó a gran velocidad por el campo, abandonándolo a poco más de la mitad en que fue remontándose, con velocidad pasmosa.
 El público al remontarse prorrumpió en gritos de alegría al mismo tiempo que aplaudía con entusiasmo indescriptible.
 El monoplano guiado por el intrépido aviador marcho en línea recta hacia los montes de la sierra de Alfabia, virando en dirección a Palma y viniendo a pasar sobre el campo del Alfonso XIII a una altura que se calculó en 500 metros. Dio nuevamente la vuelta sobre el ensanche de la carretera de Soller y continuó su marcha finísima en línea recta hacia las montañas de Soller, llegando a ser casi imperceptible desde el campo. Momentos después viro nuevamente y volvió al carpo a una altura de 200 metros. Dibujó luego otro círculo de corto diámetro y aterrizó en el campo a gran velocidad, tanta, que al tomar tierra lo hizo casi en el centro no siendo suficiente el terreno para que el aparato pudiera deslizarse, hasta pararlo totalmente.
 En estas condiciones el monoplano fue arrastrándose a bastante velocidad y viendo el aviador el peligro de estrellarse que rápido se avecinaba, intentó remontarse a fin de salvar la pared que cerca el campo, pero el motor no obedeció y como era natural el monoplano chocó tremendamente contra la citada pared, derribándola en una extensión de unos 10 metros. El estrépito fue espantoso. Entre el público se produjo una conmoción grande. Un grito de espanto resonó en el ambiente.
 Numerosas personas corrieron hacia el lugar donde el aparato quedó empotrado, para ver la suerte que había corrido el aviador.
 Hedilla se levantó de su asiento y alzó un brazo dando a entender que nada lo había sucedido y con serenidad pasmosa bajo del averiado aparato y se presentó en la pista, sonriente y tranquilo, siendo saludado con una ovación entusiasta.
 El intrépido aviador sólo sufrió unas pequeñas contusiones en las nalgas y hombro izquierdo, sin importancia alguna.”
 Y el segundo vuelo que presencian nuestros antepasados termina también con accidente, como el ocurrido seis años atrás en el hipódromo de Son Masia.
El monoplano completamente empotrado en el montón de escombros, sufriendo graves desperfectos que no pudieron ser reparados, por lo que a causa del accidente, los tres días de vuelos se redujo a uno solo.
 Hedilla describe a la prensa que atribuye la causa del accidente a que el viento noroeste que reinaba fue lo suficiente para impulsarle hasta el centro del campo, impidiéndole que tomara tierra algunos metros después del portillo que se había abierto en la pared, como así era su propósito.
 Añade que hubiera podido intentar un viraje antes de llegar a la pared, pero hubiera resultado peligrosísimo para el público por lo que prefirió estrellarme, antes de lastimar a nadie.
 El público quedó complacido y entusiasmado de espectáculo, si bien lamentó que tuviera un final tan desgraciado.
 Se realizaron gestiones para que fuera transportado a Palma otro aeroplano, para realizar nuevos vuelos, pero no fructificaron, por lo que después de los agasajos de que fue objeto Salvador Hedilla, regreso, nuevamente a Barcelona.
 Eso sí, preparando una nueva venida a Palma, pero esta vez, en vuelo, desde la Ciudad Condal.
 La primera noticia que tenemos de este nuevo vuelo de Hedilla es del viernes 5 de mayo en la que se comenta, en una reunión de los organizadores de la fiesta de inauguración de los Tranvías eléctricos de Palma.
 Leemos en una reunión de la comisión organizadora.
 “El señor Pascual encarece que como fuente de ingresos, se explotara, en los días que haya vuelos en la bahía, el malecón del muelle, contestándole el señor Tous que ya se tenía este propósito. El señor Moner pregunto si ya se tenía seguridad de la realización del raid de hidroplanos, y el señor Tous contesto que si, por cuanto el señor Hedilla se comprometió a realizarlo, con otro aviador”.
 Esto nos da el conocimiento, de que el Raid de aviación que se preparaba con un vuelo de Barcelona a Palma, debía ser realizado en Hidroaviones, y por varios pilotos, que de esta forma se disputarían la Copa del Mediterráneo.
 Por ese motivo el 26 de junio se publica en la prensa local por iniciativa del Comandante de Marina unas disposiciones con el fin de evitar accidente en el puerto
 Dado que estamos en los orígenes de la aviación, la gente no creía que fuera posible el realizar un vuelo de la Península a Mallorca, lo que provoco diferentes comentarios entre los periodistas.
 Para controlar esta carrera, se solicita ayuda al Aeroclub de Cataluña, el cual accede a enviar unos cronometradores, los comisarios don Alfonso Macaya y don Luis Foye que saldrían el viernes a bordo del vapor rápido, para estar en Palma a la llegada de los aviadores.
 Interesante poder leer el artículo que La Ultima Hora publica el 1 de Julio referente a los incrédulos que veían imposible la realización del vuelo. Vamos entresacando algunos párrafos
 “Raíd Barcelona-Palma. Por fin se acerca la hora en que cesaran las discusiones y en el que los agoreros tendrán que dar por acabada su labor. Mañana a las siete de la misma, Dios mediante, y si el tiempo lo permite, como dicen los carteles de toros, llegarán los aviadores Hedilla y Coterillo, de su raíd Barcelona-Palma y con su presencia quedarán defraudados los vaticinios de los que tanto empeño, parece, tenían en que las fiestas resultasen un fracaso y en que el citado raíd no pasara de un proyecto.
 No parece sino que molesta e indigesta tal manifestación de progreso a cierta parte, muy pequeña afortunadamente, de nuestros paisanos, cuando en realidad a todos deberían satisfacer y entusiasmar y unánimes debieran apoyar prescindiendo de ridículos personalismos, como resulte en bien de nuestra Roqueta.”
 En otro apartado nos enteramos de lo que tenía que ser una carrera de hidroaviones se convirtió en una con aviones terrestres.
 “Una pequeña falta de precisión en las revoluciones de las hélices, hace que no pueda garantizarse el perfecto vuelo de los hidroaviones y ante esto la casa Pujol Comabella por mediación del señor Macaya ha propuesto efectuar la travesía en dos aeroplanos.”
 “Los dos aeroplanos saldrán de Barcelona alrededor de las cuatro y media de la madrugada siguiendo la misma ruta señalada para los hidroaviones; el decir, haciendo rumbo a la Dragonera y desde allí al castillo de San Carlos. El aterrizaje después de diversos vuelos serán en la explanada de C’an Perantoni, y el espectáculo será gratuito, excepto una pequeña tribuna.”
 Así pues, todo estaba preparado para el gran acontecimiento que iba a vivir Palma, agrandado el mismo con la concesión de Su Majestad El Rey de la Copa del Mediterráneo, siendo recibida la noticia por el Gobernador Civil el cual la comunica de la siguiente manera.
 "Intendencia Real Casa me escribe que tiene en orden de entregarme copa de plata para raid aéreo Barcelona-Palma y que S. M. el Rey desea sea adjudicada al vencedor. Me consulta intendencia que inscripción ha de llevar la copa haciéndole indicado copa del Mediterráneo 1916. Contesté urgencia si interpreto bien lo que ahí se desea. Saludó afectuosamente".
 Y por fin el 3 de Julio se desarrolla la gran gesta de venir volando por primera vez a Mallorca. Mejor que leamos como el periodista describe la notica.
 “La expectación despertada por el raíd quedó demostrada con el numeroso público que ha concurrido al campo de C’an Perentoni, punto señalado para el aterrizaje.
 En aquel punto estaban las autoridades, numerosas personalidades y otros muchos millares de personas.”
 A las seis de la mañana se recibió el siguiente telegrama
“(Urgente).
A la cinco y un minuto salió el aviador Hedilla.
 El monoplano después de breves evoluciones se elevó a 100 metros de altura, desapareciendo con dirección sur. El aviador Coterillo no vuela a causa de una avería que ha sufrido el aparato, pues al intentar elevarse se rompió un ala.” Y sigamos con la lectura de aquella época
 “Los relojes marcaban las siete de la mañana. De un grupo, que nosotros formábamos, situado junto al merendero de C’an Perentoni, salió una voz que dijo: ya está allí, señalando con dirección a la farola de Porto Pi. En efecto, siguiendo aquella dirección, y a una gran distancia se divisaba en el horizonte puntito negro que, parecía por instantes iba agrandándose. Era el aeroplano que pilotado por el notable aviador español Salvador Hedilla iba finalizando su magnífico recorrido.
 Evolucionó el aparato descendiendo a una altura de 800 metros torció algo la dirección pasando por sobre el caserío de Porto Pi; volvió a tomar dirección hacia la explanada de C’an Perentoni y descendiendo a una altura de unos 10 metros. Al pasar por sobre la línea en que estaban los cronometradores del aeroclub de Barcelona señores Macaya y Foye y el presidente del Veloz Sport Balear don Ignacio Seguí el aparato volaba solo a una altura de pocos metros. La velocidad del avión no le permitió aterrizar en dicha explanada. Remontose de nuevo, pasando, casi rozándola, por sobre la línea conductora de el fluido eléctrico.
 Siguió hacia el Arenal de Lluchmayor, torció de nuevo y yendo a aterrizar, sin novedad, en El Prat de Son Suñer a unos 10 kilómetros de Palma.
 El raíz estaba terminado. En el auto del presidente del Veloz Sport Balear don Ignacio Seguí y acompañado de éste y de la señora esposa del aviador Hedilla nos trasladamos al sitio en que había aterrizado en notable piloto.”
 De esta manera, una carrera aérea se convierte después en una carrera de coches, en la que autoridades y magnates de la época, buscan ser el primero en dar la mano al aviador que ha venido volando de Barcelona. Y nos enteramos por la prensa de quien fue el ganador.
 “Muchos automóviles salieron inmediatamente con dirección al expresado punto. El Hispano Suiza de don Tomas Darder, muy amigo este del señor Hedilla, fue uno de los últimos coches que salió de Palma. En poco tiempo adelanto el tiempo perdido y logro colocarse a la cabeza de todos, salto por entre lentiscos y busco paso entre las gavillas de los trigales y el señor Darder estrecho el primero la mano del notable aviador. Este al tenerle a su lado le dijo sonriendo. Ya veía yo desde aquí el polvo del Hispano.”
 Si bien el primer mallorquín que tuvo el honor de saludar a Hedilla fue el labriego Lucas Vanrell Jaume, que estaba trabajando en el campo de trigo donde tomo tierra el avión.
 Hedilla fue trasladado a Palma, entre vítores, pasando antes por C’an Perentoni donde había una enorme multitud esperándolo.
 Si bien se concede la Copa del Mediterráneo a Hedilla, la comisión organizadora del Raid acuerda, que al haber venido solo un piloto, se concede un plazo de tres meses para que cualquier aviador pueda disputar dicho premio, es decir, si cualquier aviador español antes de tres meses hace el raid en menos tiempo del que lo hizo el Sr. Hedilla, este viene obligado a devolver la Copa del Mediterráneo ofrecida por S. M. el Rey
 También se acuerda levantar un monumento a esta proeza, que en principio estaba cerca del campo de Son Suñer, y al deteriorarse fue trasladado a las dependencias del Centro de Control donde se conserva en la actualidad.
 Como este vuelo tenía que ser seguido de otros, en los que había que participar también Coterillo, se trajo de Barcelona en barco otro avión, por lo que fue necesario buscar unos terrenos donde poder realizarse estos vuelos. Para ello se escogió el pinar del Predio de Son San Juan, propiedad del Señor Luis Despuig, el cual autorizo dichos vuelos.
 Diferentes anécdotas se pueden comentar de estos vuelos. Por ejemplo el vuelo que hizo una tarde sobre el rápido Jaime I, en honor de Don Valeriano Weyler, que se iba con su familia a Barcelona. Otro vuelo que realizo sobre el velódromo de Tirador, arrojando un ramo de flores con una carta dirigida al Presidente Señor Seguí, que decía. "Al Velódromo del Veloz Sport y a su Presidente señor Seguí, saluda desde los aires. --Hedilla 6-7-1916".
 Las flores que cayeron desde el avión fueron repartidas entre el público asistente a la carrera ciclista, por el Presidente del Sport Señor Seguí.
 O lo que podríamos entender como la primera publicidad aérea en Mallorca, al leer en la prensa.
 “El intrépido aviador arrojó unos tarjetones anunciadores del líquido ideal que fabrica nuestro amigo el industrial don Juan Gomila.”
 Los actos de estos vuelos finalizo con una cena homenaje a Hedilla y Coterrillo. 
 El éxito de Hedilla en Mallorca, hace que la comisión organizadora de los festejos de San Jaime en La Puebla, firmen un contrato con el aviador para que se  realicen unos vuelos en aquel pueblo. El avión fue trasladado allí en tren, y desde la estación hasta el hipódromo de Son Ferragut, desde donde según el programa despegaría y aterrizaría el aviador, fue llevado con un carro.
Tengo constancia que una enorme multitud de los pueblos acudió a la fiesta organizada por el ayuntamiento. Ante la gran expectación el avión fue sacado del cobertizo, y la multitud invadió todo el recinto señalado para el vuelo, agolpándose alrededor del aparato y una vez más la gente, tuvo que ser contenida el Juez Municipal Don Rafael Torrens, el cual después de grandes correrías a caballo, consiguió que los espectadores conservasen la línea marcada.
Poco después, el señor Hedilla montó en el aparato y el mecánico Ricardo dio vuelta a la hélice y se puso en marcha, pero en el despegue una pequeña desviación le obligó a parar el motor, ejecutando una maniobra muy habilidosa para no lanzarse sobre el público. El aeroplano volvió a ser transportado al sitio de partida y puesto en marcha otra vez, Hedilla se lanzó a volar, partiendo del campo magníficamente, ante el asombro y expectación de la multitud que le tributó una ovación estruendosa.
Hedilla se dirigió hacia Buger, notando los espectadores que el aparato oscilaba de una manera extraña pero no obstante esto, veíase que el aparato a pesar de seguir la ruta, iba descendiendo poco a poco, desapareciendo después en el horizonte viendo que tomaba tierra, lo que hizo temer al publico que algo había sucedido.
Varios automóviles entre ellos el del Doctor Darder con el mecánico y según el cronista local los opulentos propietarios don Ignacio y don Juan Planas, salieron en busca de Hedilla. Llegados al campo conocido por Sa Llebra a donde Hedilla había aterrizado sin novedad alguna, se le pregunto qué es lo que había pasado, explicando el piloto que al despegar notó que algo extraño tenía el aparato y que poco después vio que una de las palas de la hélice se iba deshaciendo en astillas lo que le hizo perder velocidad, y le obligo a buscar un campo suficiente para aterrizar.
Parece ser según criterio de Hedilla, que como el aparato permaneció durante dos días guardado en el propio campo bajo una techumbre de tejas, donde daba el sol de lleno, unido con la humedad de la noche, se debió reblandecer la madera de la hélice y con la vertiginosa rapidez de las revoluciones, causar la rotura en varias astillas.
También informa el cronista local de Sa Pobla el agradeciendo a, los opulentos propietarios don Ignacio y don Juan Planas en cuya señorial mansión nos hospedamos con los señores Hedilla, Darder, Canals y Alonso, así como también al Alcalde don Juan Bennasar y Juez Municipal don Rafael Torrens por las atenciones que recibimos.
De esta manera y con este último vuelo en Mallorca, se cierra una nueva etapa de la aviación en nuestra isla de la que no volveremos a tener noticias directas de vuelos hasta 1920, solo diferentes comentarios en la prensa local de los diferentes avances en materia de aeronáutica.

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