Primer Vuelo en Mallorca (Julien Mamet)

Foto de La Ultima Hora

 Nuestros antepasados no eran ajenos al nuevo invento que llamaban aeroplano, la prensa local iba refiriendo los diferentes vuelos que se iban desarrollándose tanto en España como en el continente Europeo.
De esta forma los mallorquines se enteran del primer vuelo que se realizo en nuestro país, el día 5 de Septiembre de 1909, en Paterna (Valencia).
Y esta experiencia de los valencianos, la tuvieron los mallorquines el año siguiente.
Puesto que deseaban conocer el nuevo espectáculo que ofrecía los vuelos de aviación, ya que como tales debemos entender lo que los aviadores ofrecían a los espectadores, como ya he dicho, un mero acontecimiento cirquense.
Por ello no es de extrañar, que cuando en los medios de comunicación de la época anunciaban cualquiera de las proezas de estos primeros aeronautas, debían ser comentadas con pasión e interés.
En el mes de mayo en el Hipódromo en Barcelona, realizaron una Semana de Aviación con vuelos de Olicalagers que subió hasta 210 metros describiendo como explican en la prensa, extensas circunferencias con gran precisión. También Barrier que voló por espacio de 10 minutos a una altura de 50 metros.
Esto anima a los organizadores, de una Semana Deportiva en Mallorca, con exposición de productos de Baleares a celebrar el mes de Junio, a preparar unas fiestas de aviación, con el fin de animar a los mallorquines de la Part forana, a bajar a Palma y concurrir al éxito de dicha Semana Deportiva.
Como el piloto del momento, el que llamaba todas las atenciones era Julien Mamet, piloto aviador francés formado en la escuela de pilotos de Louis Bleriot, perteneciente al Aero Club de Francia quien el 30 de mayo de 1910 realizo un vuelo en Valencia con motivo de unas regatas, y también en Barcelona, se decidió contratarlo para que viniera a Mallorca, con su avión.
La primera noticia que tenemos de la organización de este festival aéreo en Mallorca, nos la da el periódico Correo de Mallorca, cuando el 28 de marzo pública una nota en la que D. Pedro Ferrer, recibe una carta del Grupo Financiero, autorizándole para que realice gestiones ante los organizadores de la Semana Deportiva, con el fin de que dentro del programa oficial de las fiestas, se puedan incluir dos días de vuelos con avión. Por el mismo periódico nos enteramos que tenía que venir a Palma un técnico del Banque Generale de Industrie automobile et de l’aviation, con objeto de estudiar sobre el terreno la posibilidad de realizar dichos vuelos en Palma.

Ya en La Ultima Hora del día 7 de junio de 1910, dice que a las nueve de la noche se reúne la Junta de Fomento del Turismo para acordar el programa definitivo de los festejos a celebrar durante la Semana Deportiva, anunciando que será el aviador Julien Mamet el que realice los vuelos programados durante dos días. Por tal motivo, los organizadores se ponen en contacto con Don Alfonso de Bizarel, que es el representante del aviador, para concretar las condiciones de los vuelos.
Así pues el 7 de junio viene a Palma Julien Mamet, el cual se traslada al hipódromo de Son Masia, en el Pont d’Inca. Mamet encontró reducido el espacio que ofrecía el hipódromo, haciendo el comentario de que estaba demasiado poblado de árboles, lo que dificultaba el vuelo si se producía una “Panne” en el motor. Sin embargo, acordaron realizar dos días de vuelos a las seis de la tarde, con aviones tipo Bleriot, iguales a los que este piloto utilizo al cruzar el Canal de la Mancha. Después de esta primera inspección de los terrenos por parte de Mamet, este juntamente con su representante regresó a Barcelona.

Foto de Mamet en su avion publicada por La Almudaina


Con el fin de ultimar los detalles de los vuelos día 13 de junio regresa Alfonso de Bizarel a Palma, donde se entrevista con el Gobernador Civil, con el fin de tratar temas de la organización de la seguridad por parte de las fuerzas del orden público, y también se entrevisto con el Director de los Ferrocarriles de Mallorca, con el fin de preparar diferentes trenes extraordinarios para trasladar a la gente de Palma y de los pueblos.
Después de estos preparativos, día 28 de junio llega Mamet a Palma, acompañado de sus mecánicos y con el avión Bleriot. Debió llegar con el barco Jaime I, que era el que cubría la ruta diaria entre Barcelona y Palma. Desde el puerto fue transportado en un carro, el avión desmontado al hipódromo de Son Masia, que dista unos seis kilómetros del puerto, junto a la carretera y línea férrea que va de Palma a Inca, siendo este hipódromo el que tiene el merito histórico de haber sido donde por primera vez se elevo en nuestra isla un aparato más pesado que el aire.
El aparato fue colocado en un hangar provisional, y montado por los mecánicos, ya que el mismo día 28 se iba a realizar una exhibición para las autoridades, prensa e invitados. Mamet, para complacer a los visitantes efectuó dos vuelos. A eso de las cinco y cuarto probo el motor, levantándose pocos metros del suelo. A las seis y media fue conducido el aparato a un extremo de la pista, y según el cronista, monto Mamet y puso el motor en marcha, las tres ruedas del aparato se deslizan sobre el suelo, evolucionan las aletas posteriores y el aparato levanta su cabeza, las ruedas delanteras se alzan como patas de caballo encabritado, la rueda trasera deja el suelo también y asciende el aparato, toma altura, pasa velozmente sobre la tribuna y se dirige al Pont d’Inca.
Parece ser que había mucho viento ya que en la prensa leemos que intenta una y otra vez la virada, mas el viento sopla con fuerza y vienen fuertes ráfagas que imposibilitan el viraje; toma mayor altura en busca de capas de aire menos agitadas y logra por fin dar la vuelta dirigiéndose velozmente al Hipódromo; vira otra vez y desciende frente al grupo de los invitados, efectuando dos vuelos uno de dos minutos recorriendo la pista y otro de unos cinco minutos elevándose a unos 200 metros y dando la vuelta a toda la pista y hangar.
A este primer vuelo tenía que seguir la de día 29 delante de todo el público de Mallorca, donde durante todo el día la animación fue extraordinaria, la gente respondió masivamente a la cita, no había coche disponible en Palma para trasladar a todos los que quería experimentar este primer vuelo.
La carretera de Palma a Buñola, estaba llena de carros, carruajes, coches, bicicletas, jinetes y gente a pie, cubiertos por una espesa nube de polvo, que levantaban los vehículos.
También se organizaron trenes especiales uno que salió de la estación de Inca a Palma a las 2’15 tarde, y dos de Palma al km. 6 frente al Hipódromo a las 4 y 5 tarde, el regreso se haría una vez finalizada la fiesta. Si bien se tuvo que ampliar el número de trenes ya que los vagones iban totalmente abarrotados y eso que llevaban un largo remolque de coches.
A la cinco de la tarde el hipódromo estaba lleno. A la derecha se veían todas las tribunas totalmente ocupadas por señoras y delante de estas las sillas de pista, la mayoría de las cuales estaban también ocupadas. En la parte destinada al público se veía también numerosa concurrencia, y en las vallas que circundan el hipódromo y árboles vecinos, se habían encaramado los amantes de los festejos gratuitos.
Los autos estaban situados a la derecha del hipódromo y a la izquierda los coches, asegurándose que había allí todos los que se encuentran en Palma, mas de 700. Tenemos que hacer notar que en este caso la referencia de los coches se refiere a los coches de caballos.
A las seis menos minutos todos los gemelos y todas las miradas se fijaban en el hangar, esperando el momento en que asomaran las alas del monoplano. Cuando aparece el público se agolpa a la primera fila. Mr. Mamet hace darle la vuelta  por toda la pista a fin de que lo que lo vea todo el público.
Terminada esta operación, se coloca el monoplano en el ángulo norte y Mamet ocupa su puesto en el aparato. La hélice del aparato empieza a girar y adquiere toda la velocidad deslizándose el monoplano por la pista, al llegar al centro y con una maniobra admirable, el monoplano se eleva majestuosamente mientras en el público estalla una ovación al aviador. Primeramente va en dirección a las casas de Son Masia a la que da la vuelta y luego hacia el Pont d’Inca, girando luego por encima de la antigua harinera y regresando de nuevo hacia el hipódromo y con una gran precisión pasa por encima de la terraza y la tribuna, arrojando flores a la multitud que aplaude entusiasta. Al llegar de nuevo a la parte Sur, el aviador intenta virar hacia la derecha, pero un poco de aire que reina arriba le obliga a continuar el viaje hacia la izquierda, elevándose en el mismo recorrido que antes, pero a menos altura. Cuando le faltan un centenar de metros para llegar a la pista, se ve que el aparato desciende y desaparece tras los árboles. Una panne en el motor había obligado al aviador a marchar a ras de las copas de los árboles cuando uno de los hilos del timón cogió una rama perdiendo el equilibrio cayendo el aparato, lo que diríamos de cabeza, quedando la hélice completamente destrozada. Mamet afortunadamente no se había producido daño alguno; pero se veía de todo punto imposible el reanudar el vuelo, dado como quedo el avión.

Estado en que quedo el avion de Mamet despues del accidente

El primer vuelo de Mamet se calcula que recorrió de 10 a 12 kilómetros en 7 minutos. La altura a la que se elevó aproximadamente fue de 100 a 125 metros.
La numerosa concurrencia comenzó a desfilar, satisfecha del vuelo realizado por el notable aviador pero lamentando que no pudiera reanudarlo a consecuencia del percance sufrido. Por la noche en el recinto de la Exposición, en los agradables corrillos que allí se formaban, solo se hablaba de la fiesta aérea.
Dado que el aparato tenía serias averías era imposible realizar los vuelos del día siguiente. Por tal motivo día 30 Mamet y sus mecánicos regresaron a Barcelona, desde dónde irían a Oran con objeto de efectuar allí varios vuelos.
A modo de despedía Mamet escribió la siguiente carta que fue publicada por los periódicos de la época.
Presente.
Muy distinguido Sr. Mío: después de hacer cuantos esfuerzos me ha sido posible para reparar las averías causadas en mi monoplano al sufrir la caída de ayer, vengo por la presente en rogarle se sirva hacer saber al público, por medio de su popular diario, la imposibilidad en que me encuentro para llevar a cabo las reparaciones necesarias en esta semana siéndome por tanto imposible volar ahora, y no pudiendo hacerlo después por haberme comprometido mi maestro Mr. Bleriot para tomar parte en las grandes pruebas de Reims, del 5 al 12 de julio. Pero el recibimiento que me ha dispensado al galante público mallorquín; las atenciones recibidas por todos, y muy especialmente de la prensa (a quien ruego acepte mi más sincero agradecimiento); las facilidades que para todo he encontrado en este hospitalario país me obligan a probar mi afecto a Palma y a este fin me propongo hacer en su obsequió algo verdaderamente notable y darle las primicias del último modelo de los monoplano Bleriot.
Este modelo, que acaba de llevarse los primeros premios del mundo en el concurso de aviación de Rover, tiene la ventaja sobre el actual modelo de llevar un motor “Gnome” de 50 caballos, el cual se enfría por sí solo siendo rotativo; es decir que en vez de ser fijo como los actuales, el motor con sus siete cilindros gira alrededor de un eje produciéndose el enfriamiento automáticamente por decirlo así.
El motor del modelo actual es de 18 caballos, fuerza necesaria toda ella para hacer un buen vuelo y obligándome esto, a poner a la salida todo el “allumage” sucede algunas veces que el motor se calienta yendo perdiendo fuerza y acaba por no dar bastante impuso a la hélice produciéndose la caída; con el motor de 50 caballos en inútil decir que llevo 30 caballos por delante que me, permiten evolucionar en todas direcciones y en muy corto espacio, puesto que esta fuerza me sirve para vencer la resistencia del aire y virar más en corto. Además, no calentándose el motor, puede estar en el aire unas y dos horas y a una altura de hasta 1.200 metros.
Por tanto me propongo enviar a V. el resultado de las pruebas de Reims y el 17 de julio tendré el honor de presentarme de nuevo al público de Palma trayendo dos aparatos Nuevos Modelos; uno en el que haré evoluciones desconocidas hasta hoy y otro para los pasajeros en el que llevare primeramente a una señora y después el pasajero que lo desee. Puedo asegurarle que con mi nuevo modelo y los motores Gnome haré cosas desconocidas en la actualidad, cuyas primicia reservó al público del que tan buen recuerdo llevo.
Mil gracias por todo Sr. Director y ruego haga público mi agradecimiento a todos, prensa, autoridades y espectadores.
Sírvase aceptar mis sentimientos más distinguidos b. s. m.
Julien Mamet.
Se había realizado el primer vuelo, y como yo digo este coincidió también con el primer accidente de aviación que anotamos en nuestra isla. El día siguiente a esta demostración Mamet abandona la isla con el vapor rápido hacia Barcelona, si bien deja constancia de que piensa regresar el 17 de Julio con dos aparatos Bleriot, para repetir los vuelos para que los mallorquines pudieran presenciar un nuevo espectáculo de aviación, si bien estos vuelos jamás se realizaron.

 

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