La Compañía Aero Marítima Mallorquina.
Después del fracaso de la implantación del servicio postal entre Barcelona y Palma que pretendía montar la Casa Hereter, los Mallorquines quieren intentar establecer este servicio, si bien primero,
animados por Colomer, se pretender traer un solo hidroavión para realizar vuelos turísticos por la costa.
La constitución de la Sociedad era en principio para adquirir un solo aparato y organizar vuelos alrededor de Mallorca, cuyas múltiples bellezas, reveladas bajo la intensidad luminosa de nuestro
cielo, habrían de prestar un encanto inconcebible a tales viajes.
Con gran ánimo de los fundadores de esta empresa, sale en la prensa local del Sábado 26 de Marzo de 1921, la siguiente convocatoria. Compañía Aero-Marítima Mallorquina. Se convoca a los señores
suscriptores de acciones de esta Compañía, a la reunión que tendrá lugar el próximo lunes día 28 a las doce y media en el Circulo Mallorquín, para dar cuenta de las gestiones realizadas por la
Comisión Organizadora y proceder a la elección de la Junta de Gobierno de la misma y demás acuerdos urgentes.
La reunión se celebro en los locales de la Sociedad “Las Minas”, donde se eligió el primer consejo de Administración que estaba presidido por Don Joaquín Gual de Torrella, y los miembros de la
Comisión Ejecutiva formada por don Enrique Fernández de Córdoba, don Fernando Pou, don José Tous Ferrer y secretario don Bartolomé Bestard.
Los vuelos que pretendía realizar la Aero Marítima Mallorquina era por la costa de Mallorca y por cincuenta pesetas, por persona, se podrá hacer un recorrido de unos 40 kilómetros (15 minutos).
También se pensaba realizar excursiones dando la vuelta a la isla, 300 kilómetros, en dos horas escasas, llevando el piloto la altura que deseen los pasajeros, según reza en los anuncios que se
pensaban publicar.
El 25 de abril recibe la Junta Ejecutiva de la “Aero” un telegrama de don Fernando de España, en el que se especifica que el hidroavión elegido por Colomer es un Savoia tipo 16, y pide la
autorización para poder realizar el pago y traer el aparato a Mallorca.
Se autorizada la compra, por lo que se prepara el vuelo para traerlo a Palma. Con Colomer como piloto. Iniciándose los preparativos para recibir el hidro para finales de abril, mientras siguen a buen
ritmos las obras del hangar en Es Jonquet.
El hidroavión salió de Sexto Calende el 22 de Mayo según telegrama que recibió la Compañía en Palma, anunciando que había llegado sin novedad a San Remo.
El 1 de Junio sin ningún contratiempo llega a Palma el tan ansiado hidroavión, donde era esperado por una enorme multitud de gente que lo consideraba como una cosa propia, y de su “roqueta”. Toda la
prensa se hace eco del acontecimiento, y podríamos relatar infinidad de comentarios:
El hidro llegó a las seis y media, por lo que tardó una hora y veinte minutos en la travesía, volando entre 1.500 y 1.800 metros. Apareciendo por la cordillera Norte de la isla, dirigiéndose a Palma.
Toda la Junta de la “Aero-Marítima“ que se hallaba en el puerto, estaba impaciente por la feliz llegada y como es de suponer era felicitada, por este éxito de mallorquinidad. Colomer antes de
amerizar realizo una serie de vuelos sobre Palma, que fueron admirados por toda la gente que realmente había salido en multitud a la calle.
Después de amerizar la Junta de la “Aero-Marítima Mallorquina“, representada por los señores don Joaquín Gual de Torrella, don José Tous Ferrer, don Teodoro Pou y don Fernando Pou, dieron la
bienvenida a Colomer, el cual relató el bonito viaje que había tenido desde Barcelona, con la compañía de los señores Costa, fabricante del radiador, y Vicente Cayuela accionista de la Compañía y
Oficial del Banco de España.
El hidroavión “Mallorca“ poco tiempo después de su llegada fue remolcado por las embarcaciones de varios mallorquines hasta el Real Club de Regatas, donde quedó fondeado en las condiciones de
seguridad necesaria.
Y se nos dan nuevas características del aparato, tales como el llevar pintado la bandera mallorquina, la colocación de salvavidas debajo de los asientos, y un depósito de gasolina que le permite 4
horas de vuelo, gastando 70 litros a la hora de gasolina y 6 litros a la hora de aceite.
La descripción del viaje mejor leerla de uno de los viajeros del señor Cayuela, que se explica de la siguiente manera.
Este viaje ha sido para mí el más bonito de mi vida. Atravesar el charco en estas condiciones de hoy es realmente ideal. En Barcelona, hemos embarcado en el aparato del aviador Colomer, el
fabricante de radiadores para automóviles y aviación señor Joaquín Costa, que es quien se encargó de ensanchar el radiador del “Mallorca” y yo. Después de saludar a la madre de nuestro valiente
piloto que había ido al puerto a darnos su adiós y que nos vio partir quedando con muchas ganas de hacer la travesía con nosotros, y después de habernos despedido del notable aviador catalán señor
Canudas y de una infinidad de socios del “Aero Club”, que también habían acudido al muelle para presenciar nuestra salida para Mallorca, la lancha a motor del señor Ribot nos remolco hasta la boca
del puerto.
Puestos nuestros cascos y los abrigos salvavidas, Colomer pone en marcha con suma velocidad el motor y a los pocos segundos el “Mallorca” ha decolado admirablemente entrando en pleno vuelo. En
seguida hemos hecho rumbo a esta isla. El reloj marcaba las 5’10. Sin darnos cuenta volábamos ya a más de 800 metros. Soplaba viento fresco muy fuerte y Colomer hace emprender al aparato veloz
carrera hacia las nubes. Cuando hemos parado de subir, el altímetro marcaba 1.400 metros, A los 15 minutos de vuelo se ha divisado la isla de Mallorca, pero envuelta en una capa de espesa
niebla.
Nosotros cómodamente sentados hemos contemplado el más magnifico de los espectáculos. El mar, ese azul mal Mediterráneo, nos hacía el efecto de un inmenso lago de adormecidas aguas.
Desde tan alto no se nota ni mucho menos, la ondulación del mar. Parecía estar tan tranquilo que le entran ganas al pasajero de ir a correr un poco sobre el agua. Por entre los cristales del aparato
contemplábamos, allá en el horizonte la isla de Mallorca que poco a poco tomaba mayores proporciones. Detrás íbamos dejando el sol acariciador que lentamente caminaba hacia su ocaso ¡Que hermoso, que
sublime es contemplar la grandiosidad de este Canal que separa Mallorca del Continente, desde una altura como la que llevamos!. Colomer no se cansaba de subir, consiguiendo una altura de 1.800
metros. El “Savoia 16” en medio de tantísimo viento y volando a toda marcha es decir desarrollando una velocidad de 1709 kilómetros por hora permanecía siempre tranquilísimo, sin el más ligero
movimiento. Esto es una de las cosas que mas me han llamado la atención durante todo el viaje, la gran estabilidad del aparato, la ausencia en absoluto de todo movimiento violento. El aparato se
desliza siempre suavemente sin bruscas subidas o bajadas, sin ningún balanceo de alas o cosa parecida. No se da uno cuenta de que está volando, yo prefiero mil veces mas viajar en hidros como el
Savoia que en el mas cómodo de los automóviles. No hay punto de comparación. El motor no ha fallado ni una sola vez. En todo el camino ha funcionado con admirable precisión. Colomer, que dirige el
aparato con la mayor de las tranquilidades, de vez en cuando se volvía para mirar el motor y la hélice, y sonriente, como complacido, por su buen comportamiento, me miraba entonces a mí para
tranquilizarme.
Y por fin hemos llegado a la montaña Costa Norte. Para que se pueda calcular a la altura que volaríamos entonces diré que el altísimo Puig Mayor, lo veíamos bajo nuestras alas, muy lejos, haciéndonos
el efecto de un montecillo de arena.
Una vez pasada la alta cordillera, el aparato ha iniciado un descenso y hemos podido recrearnos la vista admirando el hermosísimo valle de Soller. Toda la isla parecía entonces una inmensa y
aterciopelada alfombra verde ¡Que bonitos los paisajes
Se veía una infinidad de diseminados pueblecitos que nos hacían el efecto de una sola casa, y allá al fondo se divisaba la bien recortada bahía donde íbamos a amerrizar.
Llegamos sobre Palma, Colomer inicio un vuelo planeado en espiral, y el aparato, en los ceñidos virajes, iba inclinándose, inclinándose, pero siempre suavemente, sin notar la mas pequeña sacudida.
Veríamos como por el Borne y en todas las calles de Palma la gente, como diminutas hormigas, corrían hacia el puerto para vernos llegar. Como se habrá visto, hemos dado unos cuantos vuelos sobre la
población, y Colomer hubiera volado todavía mas si no hubiera sido por la mala calidad de la bencina. Al fin, se decidió amerrizar, sintiendo nosotros que tan pronto se acababa el viaje tan
agradable. Ha sido admirable. Yo me he encontrado sobre el nivel del mar sin haberme dado cuenta de ello. En la barquilla del aparato no se ha encontrado ni la mas insignificante sensación al ponerse
en contacto con el mar y eso que el aparato tomaba agua a 100 kilómetros por hora.
Colomer amerizo como el mejor experto piloto-marino. Hemos vuelto a mirar el reloj y marcaba las 6’20. Es decir que hemos hecho la travesía desde Barcelona a Palma en 1 hora y 20 minutos.
Todo el paseíto verdaderamente admirable que me figuro no ha de ser la última vez en hacerlo.
Se celebró este feliz acontecimiento con una cena, a la que asistieron además de los miembros de la Junta bastantes accionistas, acordando celebrar el día siguiente un banquete a la una y media de la
tarde en el “Circulo Mallorquín”, quedando abiertas las listas de inscripción en dicha sociedad y en Las Minas.
Después del banquete a las cinco de la tarde, se realizo una fiesta de aviación en el muelle, a la que asintieron todas las autoridades, civiles militares y eclesiásticas de Palma, así como gran
numero de empresarios y personas de la nobleza. Celebro la bendición del “Mallorca” el M. I. Sr. Don Antonio Sancho, Canónigo de la Santa Iglesia Catedral y después de la misma, el “Mallorca” debía
de realizar algunos vuelos, entre los cuales estaba el que pudieran volar autoridades y redactores deportivos de la Prensa de Palma.
En uno de los vuelos debían ir el Canónigo señor Sancho, don Joaquín Gual de Torrella, don Fernando Pou, don Bartolomé Bestard y el aviador señor Colomer. Vuelo que no pudo celebrarse por un fallo en
los mandos del aparato.
Aquí hay tres versiones diferentes y que es preciso explicar. Una que el Canónigo al subir al avión puso el pie sobre el asiento rompiendo unas laminas del mismo, y que después al sentarse las
laminas rotas inmovilizaron los cables del timón de dirección y profundidad.
Otra versión es la de que había mal tiempo, y en una sacudida o golpe de mar el peso del Canónigo hundió el asiento, inmovilizando de esta manera los cables necesarios para el control de hidro.
Y la ultima es que estaba tan ilusionada la gente en volar, que Colomer iba sobrepasado de peso, con los cuatro invitados y le fue imposible emprender el vuelo. Fuese la causa que fuera, en Mallorca
cada vez que celebramos algo de avión siempre surge algún contratiempo.
Hay una película filmada este día de la cual tiene una copia la Fundación Aeronàutica Mallorquina, como responsables del Archivo Rullan, sobre temas aeronáuticos y que se incluye en la documentación
grafica de este libro, con autorización de los descendientes de la Familia de don José Tous Ferrer.
Los proyectos de la Compañía eran realizar los tan esperados vuelos turísticos por la costa de Mallorca. También fue solicitado para ir a las fiestas de Ciudadela, y después a Mahón. Y vuelos a
Felanixt, Porto Colom y diferentes puertos de la isla. Fuera de Mallorca se solicito la presencia del hidroavión en las fiestas de, Sitges, Terrasa y Reus, pero en ningún documento he encontrado
constancia de que se realizaran estos vuelos.
Cada día realizaba Colomer vuelos con su hidro, siendo estos la expectación de los habitantes de Palma. Entre los viajeros tenemos nombres como don Fernando Pou, don Bartolomé Bestard, don Fernando
de España, don Leandro Ximenis, don Víctor Quijada, don Manuel Cortés, don Pedro Bonet, el capitán de Artillería don Enrique Fernández de Córdoba.
Pero nuevo contratiempo, estaba Colomer arreglando el motor del hidro para realizar el vieja a Menorca, cuando se hizo un corte en la mano, por lo que lo trasladaron urgentemente a la Casa de
Socorros que había en la Plaza de Santa Eulalia en una entrada pequeña del Ayuntamiento. Fue curado por el médico Señor Planells el cual le prohibió que realizara vuelos mientras la mano no
cicatrizara completamente la herida. Seguro que este es el primer diagnostico aeronáutico firmado por un medico en nuestra isla.
Y el 18 de Junio se realiza el tan esperado viaje a Ciudadela, ya que los socios de la “Tertulia Quadrado” deseaban aportar este espectáculo aéreo a sus ciudadanos. Vuelan con Colomer, don Francisco
Gual de Torrella, don Fernando de España y don Antonio Ballester. Después de dar varias vueltas sobre Palma tomo dirección hacia el Cabo Enderrocat, Cabo Salinas, Faro de Capdepera, travesía del
canal y llegada a Ciudadela.
Y las desgracias perece que se cebaban con esta recién compañía ya que con Ciudadela a la vista y preparados para descender, se produjo una fuerte detonación en el motor, saltando una válvula del
mismo, la cual se clavo en una de las palas de la hélice, lo que hizo que el motor se parara y tuviera que amerizar antes de llegar al puerto.
En Ciudadela el hermoso paseo de San Nicolás y el camino paralelo a la orilla del puerto se veían llenos de gente y de carruajes. Pasaba el tiempo y el hidro no llegaba lo que hacía que la gente
empezara a impacientares, cuando desde la costa y a unas 10 millas divisan el hidro en el agua, por lo que con diferentes barcas fueron a remolcarlo hasta el puerto, quedando amarrado frente a la
Consigna.
La avería pudo ser pronto reparada y realizar los vuelos con los primeros menorquines, de esta manera Ciudadela, que no pudo ver colmado el vuelo de Seguin, desde Marsella a Argel, ve con el hidro de
la “Aero” una de sus grandes aspiraciones. Regreso el hidro el día 27 a las ocho de la mañana después de numerosos vuelos en Ciudadela.
Después de este viaje y de la fiesta de aviación que se celebró en Palma, con Guarnieri y el Greco el motor del Savoia tuvo que ser repasado a fondo, lo que provocó que durante unos días se
suspendieran los vuelos programados. Y cuando fueron reanudados se anunciaba la venta de los billetes en una caseta cerca del hangar en la parada de tranvías d’es Jonquet.
Pero además de los vuelos de turismo alguien pretendía realizar algo diferente, por lo que dos caballeros, de los que no he podido encontrar sus nombres, pretendían fletar el hidro para salir por la
mañana de Palma, ir a comer a Barcelona y regresar por la tarde, si bien no hay constancia de que se realizara este vuelo.
Uno de los vuelos de este mes de Julio fue al Puerto de Soller, donde se realizaron diferentes despegues, con más de 20 personas de aquella población, y entre estas personas estaba el concejal de
aquel ayuntamiento don José Bauza y el secretario don Guillermo Marques.
En los siguientes vuelos del “Mallorca” encontramos nombres famosos de nuestros antepasados, tales como: el ingeniero don Gabriel Roca, don Juan Frau, don Ignacio Seguí, el Director del “Crédito
Balear” don José Mª Madico, con su esposa doña Francisca Susany, el capitán de artillería don Enrique Fernandez de Córdoba, con su esposa doña María Fernandez Dezcallar, el Presidente del “Real
Automóvil Club” don Lorenzo Roses y don Mariano y don Manuel Dezcallar. Pero entre la gran lista de nombres que realizan estos primeros vuelos, jamás aparece el de don José Tous Ferrer, alma de la
aviación mallorquina.
Además de Soller, Alcudia y Puerto Pollensa, el “Mallorca” realizó dos vuelos especiales, uno el 18 de Julio, que llevo de viaje de novios a unos recién casados, don Juan Ginard y doña Jerónima
Amengual, los cuales se fueron en el hidroavión de viaje de recién casados a Andraixt; supongo que un romántico viaje de unos siete minutos. Acompañaba a la feliz pareja el oficial del Banco de
España don José Oliver, el cual quería hacer noche en este bonito puerto, a lo que se negó Colomer. El despegue se realizo con bastante oleaje lo que provocó algunos saltos del hidro, y cuando el sol
se ocultaba en el horizonte amerizaban en el puerto de Palma.
Otro vuelo a un puerto mallorquín fue el Domingo 26 de Julio que marcho a Felanixt, a Porto Colom, saliendo de Palma a las 17’25, llevando como pasajeros a don Pedro Arnau, don Bartolomé
Sagrera, don Carlos Ordóñez, siguió rumbo hacia Cabo Blanco, y bordeando la costa llego al puerto donde muchísima gente estaba esperando el hidroavión, con el alcalde de Felanixt don Guillermo
Perello, quien con una serie de amigos invito a cenar a los pasajeros del hidro.
Colomer realizo diferentes vuelos con bastantes habitantes de aquel pueblo, entresacando de ellos a D. Guillermo Perello (alcalde), don Manuel Oliver, don Pedro Reus, don Damián Vidal, don Jaime Mas
(juez), don Lorenzo Pons, don Cristóbal Bennasar, don Rafael Vich (presbítero) y don Antonio de Bennassar (presbítero). Realmente fue una gran jornada de fiesta la visita del aparato volador como era
llamado en aquel lugar.
A mediados de agosto fue a las fiestas de Porto Cristo en Manacor, con una llegada algo espectacular del hidroavión. Este era esperado por un gentío impresionante, y con la nota de humor que nos
comunica un periodista al decirnos que al ver el rápido descenso del hidroavión, una mujer se había desmayado, si bien agrega en su comentario la culpa no la tuvo Colomer. Fueron los resplandecientes
rayos del progreso que la deslumbraron etc etc. Los días que estuvo en Porto Cristo se realizaron multitud de bautismos de aire.
La vuelta la realizó Colomer el martes día 16 de Agosto. Don Fernando de España, que fue a esta fiesta volando con Colomer, se quedo en tierra ya que el tiempo era malo, y el piloto deseaba hacer la
travesía solo.
Pasaba el tiempo y el avión no llegaba a Palma por lo que empezó la incertidumbre de que habría pasado, cuando a las diez de la noche llego a Palma un soldado de “Cap Enderrocat”, comunicando que
el hidroavión “Mallorca” se hallaba a la altura de Cabo Regana pidiendo auxilio.
Inmediatamente el señor Tous junto con otros accionistas de la Compañía fueron al Club de Regatas para gestionar que saliera una lancha a motor para dicho punto con el fin de prestarle auxilio. Del
Club salió a las once el falucho a motor del señor Marroig y luego las lachas automóviles del Comandante de Marina y del Capitán General.
Cuando la lancha del Comandante de Marina encontró el hidro, este venia remolcado por unos pescadores que acudieron a la llamada de auxilio del piloto, que mediante bengalas les dio la situación.
Dichos pescadores encontraron el hidro entre Cap Enderrocat y Cap de Regana en una zona conocida como La Pared Blanca, siendo después remolcado hasta puerto por dicha lancha, patroneada por don
Miguel Gomila llegando a los hangares a las cuatro de la madrugada.
Colomer explica que a la altura de Cabo Blanco se encontró una enorme cortina de agua que fue esquivando, pero en un momento determinado se paró el motor, lo que le provocó el amerizaje de
emergencia, parece suponer que los cables de las bujías con tanta agua se mojaron, provocando la parada del motor, ya que el día siguiente el “Mallorca” volaba nuevamente sin ningún contratiempo. Con
una nueva invitación del Alcalde de Valencia solicitando que el Mallorca pase a la ciudad del Turia para tomar parte en las fiestas que allí se celebran. Se transmitieron telegráficamente las
condiciones para que el “Mallorca” fuera a aquellas fiestas, condiciones que no debieron ser aceptadas, ya que no consta en ningún documento que el hidroavión abandonara la isla en dirección a
Valencia.
En aquel tiempo estaba viva la guerra de Africa, la Junta de la Compañía autorizó ofrecer al Señor Ministro de Gobernación el hidroavión Mallorca para el servicio de guarda-costas en la costa de
Melilla, que haría dicho servicio al mando del piloto señor Colomer, el cual con un entusiasmo y patriotismo dignos de elogio se ha ofrecido incondicionalmente para ello. Pero tampoco hay ninguna
constancia de que fuera aceptado dicho ofrecimiento.
Pero visto el éxito de los vuelos, los accionistas de la “Aero” aspiran a algo mas, que es la de poder realizar los viajes de correspondencia entre Palma y Barcelona. Por ello el 15 de julio se
convoca a los señores accionistas a la Junta General que se celebrara en el salón del teatro Lírico a las 11 y media de la mañana, para dar cuenta de los trabajos realizados por la Junta de Gobierno
y tratar de la conveniencia de establecer la línea aéreo comercial Palma-Barcelona y de buscar los elementos necesarios para ello.
La reunión estuvo presidida por el vice-presidente don Jerónimo Pou y duró más de una hora y media. De las dos cuestiones que se iban a tratar, se pudo tomar acuerdos de la primera, pero no de la
segunda que era el posible establecimiento de la línea Palma-Barcelona, ya que ello implicaba aumentar el capital social, acuerdo que deben tomar por lo menos dos terceras partes de las acciones, y
cuyo número no están representados.
Allí se dio cuenta de los detalles de la adquisición del “Mallorca” y los vuelos realizados al día de la fecha, y Colomer dio las gracias por los avances aeronáuticos de los mallorquines.
Si te interesa todo el articulo puedes mandarme un email y te lo paso en PDF
miquel@aviacion-ib.es
Video de los actos de inaguración de la Aero Marítima Mallorquina
Paseo de Illetas 16 3-F
07181 Calvia
Correo electrónico: miquel@aviacion-ib.es
También puedes llamarme al teléfono:34 607167122